El meridiano poético del país


Álvaro Mutis

En asuntos de amores, alcoholes y poesía parece ser que el gusto continúa teniendo una importancia primordial a la hora de hacer selecciones. Una antología poética es, de alguna manera, el resultado del deseo y tiene el sello inconfundible de su autor. Por esta razón toda antología es subjetiva y se puede prestar a encendidas polémicas entre los poetas, que cuando se sienten vulnerados en su ego suelen esgrimir las armas más bajas y oscuras. El cronista Alberto Salcedo decía que los poetas se parecen a los narcos por sus batallas campales. La diferencia está en que mientras las armas de los poetas son simbólicas, las de los narcos son mortales.
Esta mirada subjetiva, gústenos o no, renueva el canon y se convierte en una guía espiritual para el lector, que, agobiado por tantas noticias funestas, necesita de la poesía para poder sobrevivir.
Esta reflexión la hago a la luz de mi lectura de la nueva 'Antología de poesía colombiana', publicada por la revista 'Luna Nueva', que dirige el poeta Omar Ortiz Forero y que acaba de cumplir veinticinco años de existencia. Me refiero al libro 'Diecisiete miradas a la poesía colombiana'.
La primera sorpresa de esta antología es que no es hecha por una sola persona, como dicta la tradición, sino que fue realizada por 17 catadores de poesía que fueron invitados para hacer la selección. Si se quiere, el camino que escogió el poeta Ortiz es más amplio y democrático, y nos permite tener una visión mayor de nuestra poesía.
La primera conclusión que uno puede sacar de estas 'Diecisiete miradas' es que el centro de la poesía se ha desplazado hacia las regiones. El meridiano poético ya no pasa necesariamente por Bogotá sino que, debido a la riqueza de las regiones, se ha venido desplazando hacia la provincia. Este descentramiento es notorio; sobre todo cuando los 17 antologistas, entre quienes se encuentran autoridades como las de Darío Jaramillo Agudelo, Miguel Méndez Camacho, Guillermo Martínez, Elías Mejía, Santiago Espinosa y Piedad Bonnett, no inician con José Asunción Silva, como solían comenzar nuestras antologías; en las 'Diecisiete miradas' el canon se ha descentrado, y puede comenzar con Aurelio Arturo, Luis Vidales, León de Greiff o Héctor Rojas Herazo.
En nuestras antologías la presencia de la poesía escrita por mujeres era prácticamente nula. A excepción de María Mercedes Carranza, parecía que nuestra 'ars poetica' era dictada por el falo.
En estas 'Diecisiete miradas', que pueden ser "bizcas", a decir de Ramón Illán Bacca, aparecen varias poetas mujeres que podemos clasificar así: las poetas indispensables: Emilia Ayarza, Matilde Espinosa y Meira del Mar. Las poetas que descuellan en la actualidad: Andrea Cote, Mery Yolanda Sánchez, Yirama Castaño y Renata Durán. Y las poetas olvidadas: Orietta Lozano y Amparo Osorio. Aquí habría que agregar a: Eugenia Sánchez, Luz Helena Cordero y Tallulah Flórez.
Por querer sentirnos a toda costa españoles, nuestras antologías han sido "blancas". Allí jamás se ha encontrado a un negro ni en pintura, como se decía en tono racista hace algunos años.
Si aquí reivindicamos la poesía negra no es por su color; ni más faltaba, sino por su calidad, y también porque los negros en el país han sido discriminados incluso por los intelectuales. En el libro coordinado por el poeta Ortiz se reivindica al poeta Helcías Martán Góngora, quien escribió uno de los poemas más hermosos dedicados al mar: "Las algas marineras y los peces/testigos son de que escribí en la arena/tu bienamado nombre muchas veces".
En la antología aparecen, así mismo: Álvaro Mutis, Giovanni Quessep, Jotamario Arbeláez, Eduardo Jaramillo Escobar y Juan Manuel Roca; poetas de reconocimiento internacional. No aparece Harold Alvarado Tenorio. Indagué entre el poetariado por su ausencia, y algunas voces dijeron que Alvarado pertenecía a la antología de los canallas.
Finalmente, en las 'Diecisiete miradas' figuran las voces de los jóvenes poetas: Felipe García Quintero, Fredy Chicangana y Lucía Estrada. Por supuesto, no están todos los que son, pero considero que es un libro útil y necesario para leer en este fin de año.
Les deseo una feliz Navidad.